sábado, 27 de septiembre de 2008

Fin de aventura


Bueno amigos, aunque me abría gustado escribir más amenudo en éste blog, al menos desde mi destino en ésta ocasión, Canadá, no pudo ser.
Ahora ya desde casa, desde ayer 26 de septiembre de 2008 en que llegué, tras 16 horas de bus de Calgary a Vancouver y unas 14 horas de avión y 5 horas más de coche en España, os puedo contar en resumen mi viaje.
Todo empezaba en Toronto, el 5 de septiembre. Primero una visita en tren de ida y vuelta a las Cataratas del Niagara, a 130 kms de Toronto, esa inmensa masa de agua callendo al vacio y provocando una nube en el ambiente que fascina.
Luego, la salida de Toronto por nudos de autopistas con la bici fue tarea complicada, sorteando las entradas y salidas de las adyacentes. Parecía que iba todo más o menos bien, siempre por el arcén, hasta que llegué a Barrie, aún en la provincia de Ontario. Allí la policia me sacó por dos veces de la autovía, al igual que nos pasó en USA en el '02, cuando hicimos la Ruta 66. Fui buscando "comarcales y nacionales", hasta que llegué a un nudo, un cierre de autovías muy bien especificado a la entrada que no se permitian bicis. Tuve que retroceder 80 kms sobre mis pasos a Washago para coger el tren Ocean Pacific y salir de Ontario. De golpe y porrazo me quitaba 1800 kms que sólo se podían recorrer por la autovía 11 o la 17, ambas prohibidas para la bici. Mi decepción fue muy grande, me sentia frustrado nada más empezar y con sólo 200 kms pedaleando. En ese momento ya decidí acortar mis vacaciones en una semana de los 28 días y adelantar mi vuelo de regreso.
Cuando tras día y medio en el tren, bajaba de éste, lo hacía en Winnipeg, al comienzo de la provincia de Manitoba, al Este de ésta.
Aquí decidí para evitar problemas con la policía y por si acaso, rodar por una carretera paralela al Sur de la Highway Trans Canadian, de la 1. Era la 3, por la que realicé unos 700 kms de llano terreno, lleno de campos de cereal inmensos y pozos de petroleo, paisaje que continuó así hasta Calgary posteriormente. Pero antes, en Weyburn, un policia me aclara que la Highway Trans Canadian, la 1 en Manitoba, Saskatchewan, Alberta y British Columbia, no está prohibida para tránsito de bicicletas, así que hago una diagonal desde éste pueblo y me subo a Moose Jaw -"Quijada de alce"- en la Highway Trans-Canadian. Cierto, no estaba prohibido para bicis y así continué, hasta con algo más de ánimo, pedaleando porfín por la Trans Canadiense. No coincidí más que con una pareja de ciclistas que iban en sentido contrario. El paisaje seguía siendo monótono, cereal, pozos de petroleo, luego una zona muy desértica incluso de salares, como Monegros, y nada que ver interesante. Eso me apenaba, porque veía pasar los días y que, salvo hacer kilómetros, nada iba a poder mostrar de lo que la gente tiene por entendido que es Canadá, bosques, rios, lagos, montañas y glaciares. Y es que ésta parte del país no la divulgan, no vende un territorio así para el turismo.
A mi llegada a Calgary, llevaba 1800 kms a las espaldas pedaleando casi todos los días con aire de cara y la mitad con lluvia, sin haber visto nada interesante.
Era domingo 21 y mi vuelo desde Vancouver, a 1000 kms de Calgary, donde me encontraba, salía el jueves 25 a las 13:15.
Así pues, con tan sólo 4 días por delante y a 100 kms de las maravillosas Rocky Mountain, me decido a alquilar un coche por dos días y hacer una visita maratoniana de éste macizo, que es Parque Nacional en una longitud de 1000 kms de sur a norte y de más de 200 kms de ancho. Todo el conjunto son 4 Parques Nacionales, Banff, Jasper y más al oeste Yoho y Kootenay. Inmensos bosques de pinos, abetos y árboles de hoja caduca que me muestran su mejor cara al estar entrando en otoño, con colores amarillos, rojos y de tonos verdosos, montañas de entre 2000 y 4000 metros, con galciares en ellas, seracs de grandes dimensiones, recien nevadas por la entrada de un frente de baja presión, lagos por todos lados de aguas verdosas como la turquesa, rios, animales por todos los rincones, alces, ciervos, ardillas, watipies, cabras, todos ellos que pude ver y los que no, como osos lobos, pumas, castores, entre otros.
Así, ya tenía la cara bonita que mostrar a la gente, la imagen que todos tenemos de Canadá y no lo que estuve viendo a lo largo de 1800 kms y unos 15 días de pedaleo con los 60 kgs a bordo entre la bici, mis ropas, medicinas, heramientas, comida, bebida, tienda de campaña, saco y esterilla que llevaba a cuestas como un caracol. 90 horas de pedaleo a una media de 20 km/h, es el resumen de éste nuevo viaje con la bici como transporte principal.
Despues, esas 16 horas de bus de Calgary a Vancouver a través de más montañas, rios, lagos, paisaje que parece que no tienen fin. El cuerpo algo dolorido, el culo, la espalda y las piernas duras como piedras.
Bonito e inmenso país Canadá, el 2º más grande tras Rusia, que de no ser por la visita de esos ultimos días a las Rockies, no me habría dejado un buen sabor de boca.
Ahora, hacer balance del viaje, gastos, conclusiones, fotos que os mostraré en pocos días, etc.
Hasta dentro de poco.
Marco

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